La realidad virtual como herramienta para el turismo
Por: Chabacano Viajero
Si ustedes son lectores frecuentes de El Chabacano, seguramente ya habrán leído alguno de nuestros artículos hablando sobre las diversas formas de hacer turismo. Hoy lo volverán a hacer.
El siglo actual trajo consigo muchísimos avances tecnológicos, que en épocas pasadas se habrían creído que eran obra de la brujería o algo parecido.
Uno de estos avances es la realidad virtual, que consiste en apreciar cualquier tipo de cosa, lugar o persona de una forma no física, pero que se ve como si estuviéramos ahí.
Por esto último, la realidad virtual tiene un potencial tremendo para el turismo, pues es capaz de mostrar cómo se veía una ruina cuando estaba recién hechecita.
Un ejemplo de esto es algo que ya pasa en los centros comerciales o calles con gran afluencia de gente. Algunos hemos visto a personas gritando en medio de la calle, mientras están sentadas en un sillón que parece una rueda y con unos lentes muy grandes y gruesos.
Eso es una experiencia de realidad virtual, lo más común, es que esa gente esté experimentando una caída al vacío en una montaña rusa virtual, he ahí el porqué del grito.
La realidad virtual también puede servir para recrear algún sitio histórico, como ya lo hace Teatro Romano de Mérida, España (no Yucatán). Este sitio son ruinas de los teatros que se usaban en la Antigua Roma para representar obras.
Hoy en día, la realidad virtual hace posible ver detalladamente cómo era la estructura de estas edificaciones en sus mejores tiempos.
Otra de las grandes oportunidades que tiene la VR (siglas en inglés) es que brindará la oportunidad de visitar casi cualquier museo, como ya lo hace el Museo de Sefardí de Toledo, el cual tiene salas con colecciones artísticas, las cuales puedes visitar el día, a la hora que gustes y desde el lugar que prefieras.
He aquí una opción para realizar ahora que estemos en cuarentena por el COVID-19 (coronavirus).
Sin duda, la realidad virtual puede potenciar el turismo de una forma nunca vista, porque las posibilidades son infinitas.
¿Ustedes que opinan? A poco no estaría increíble recorrer un museo o un sitio arqueológico con unos lentes de VR puestos y ver cómo eran las edificaciones en sus mejores tiempos, además, imaginen que podamos interactuar con nuestros antepasados. Una idea millonaria, ¿no creen?
Nos vemos en la próxima, chabacanos, que tengan buen viaje. Recuerden lavar sus manos frecuentemente y evitar contacto humano, mejor usen realidad virtual para hacer amigos marcianos.