El paradigma del movimiento: buceo en Cozumel
Por: Rodrigo Bernardo Gordillo Yáñez
Instagram: @rodoberna
Espero estén teniendo un día excelente.
Hoy les contaré acerca de una experiencia que me sorprendió mucho más allá de lo que me imaginaba: el buceo, una actividad que, sin lugar a duda, me envolvió, un poco más, en lo que significa el movimiento que el cuerpo humano puede hacer.
En ese tiempo, yo me había obsesionado (y sigo) con la capacidad que tiene el cuerpo para moverse de maneras inusuales, por lo que cuando una amiga me preguntó si quería participar en esta actividad, accedí. Yo realicé el tour con la empresa Aquaworld, en Cancún.
El procedimiento, si no tienes la licencia PADI, es tomar una clase de una hora y media, aproximadamente, que incluye una parte teórica y una práctica en una alberca.
Posteriormente, sales en un barco con 15 personas y la tripulación con instructores certificados.
En la clase práctica, el primer conflicto que encontré fue el dolor de oídos causado por la presión del agua, sensación que se intensifica en el mar, pues bajamos diez metros. Después de ecualizar (acción para destapar los oídos e inhibir el dolor), quedé maravillado por el paisaje: un mundo totalmente distinto e increíble, lleno de peces de diversos colores y tamaños que se acercan a las personas con curiosidad.
Lo que, sin lugar a dudas, me enamoró por completo fue lo distinto que es el movimiento bajo el agua.
Nuestro cerebro no está acostumbrado a poder moverse en cualquier dirección, por lo que en un principio quisieras caminar en el fondo marino en lugar de nadar, hasta que te das cuenta de que estás en un ambiente ajeno en donde los límites de la gravedad parecen perder sentido.
Fue una sensación incomparable.
Costo promedio: $2500 pesos por persona