El tequila, de Jalisco para el mundo
Por: Profesor Elocuente
Menciona algo más mexicano que escuchar unas buenas rolitas de Jorge Negrete y estar tomando tequila. ¡No puedes, así que ni lo intentes! Pero si quieren conocer el porqué de esta introducción tan extraña, quédense a leer el artículo.
Ya sé que ya saben sobre qué va a tratar este escrito, pues lo leyeron en el título, pero quería ser un poco misterioso, lo siento. Como ya lo saben, hablaremos sobre la historia de nuestro querido tequila. Así que nos echamos un caballito y comenzamos.
Cuenta la historia que un día lluvioso, en aquellas épocas antes de la Conquista, donde nuestra mayor preocupación era no ser sacrificados y no como ahora que nos preocupamos por agarrar lugar en el Metro, pagar la escuela, la renta, la comida, la comida de los perros, salir de fiesta…
Perdón, volviendo al tema, aquel día lluvioso, un rayo golpeó una planta de agave mientras varios indígenas se guarecían de una tormenta. Estos se quedaron viendo cómo ardía la planta. Cuando el fuego cesó, se acercaron y encontraron un brebaje con aroma delicioso, lo probaron, les gustó y se lo llevaron a sus hogares.
Otro día, uno de aquellos indígenas fue a buscar más de aquella bebida y cuando llegó al lugar, vio que aún quedaba más de aquel brebaje. Lo volvió a probar y descubrió los efectos del alcohol. Con la llegada de los españoles, llegó también el proceso de destilación y gracias a eso producimos el tequila como lo conocemos hoy en día.
Como ultimo dato, su nombre proviene del poblado Tequila que se encuentra en el estado de Jalisco. Y de ahí, para el mundo.