Las que nunca faltan en una boda
Por: Chabacano Espectacular
Twitter: @SemElChabacano
Una parte importante… ¿qué digo importante? Una parte crucial de una boda (y prácticamente de cualquier pachanga chilanga) es la hora del bailongo, cuando todos demostramos nuestros mejores pasos y le sacamos brillo a la pista y a nuestras suelas.
No importa si no sabes bailar, si te da pena o si no tienes con quién, el simple hecho de escucharlas hará que quieras mover músculos que no sabías que tenías. ¡Garantizado!
La primera canción que todos, todos, de verdad, todos, extrañamos si no la tocan en una boda es Payaso de rodeo y No rompas más, porque así es como sabemos que ya se acabó y empezarán las canciones de LuisMi para ver cómo los meseros empiezan a desmontar. Además, tienen una coreografía que todos conocemos y nos sabemos.
Las canciones que no cuentan con coreografía precargada, como a mí me gusta llamarlas, son un básico de cualquier fiesta y las favoritas de las tías que arman el desmadre y organizan un círculo para que pases mientras los demás aplauden y gritan “ea, ea, ea”; canciones como Una libra de cadera, El baile del perrito, La vaca, Disco samba, El gato volador, Papi chulo y un montón más.
Pero también tenemos las que sí tienen coreografía precargada muy buenas e imprescindibles como Follow the leader, 1, 2, 3…, Todos para abajo, La mayonesa, El baile del gorila. Estas canciones también sirven para el círculo, pero van acompañadas de esos pasos característicos que todos sabemos o le copiamos al de al lado.
Hay un momento en todo pachangón en el que llega un animador y te monta coreografías para todos: Bule Bule y YMCA son las favoritas.
Si fuiste de fiesta y no tocaron por lo menos una de éstas, fracasó como buena fiesta, aunque el chupe haya estado bueno.