La enfermedad de Hollywood

Por: Quique Ortega 

Instagram/Twitter: @hijosdelcine

Se vive algo muy particular en el mundo del cine. La tendencia a desarrollar segundas, terceras, cuartas o hasta décimas partes de una película se vuelve abrumadora. 

Además, estamos sobresaturados de películas de superhéroes y queda poco espacio para películas originales. ¿No extrañan aquellas épocas donde películas como The Matrix llegaban al cine? Nuevas y revolucionarias ideas que hasta la fecha siguen marcando la pauta para muchas que sólo pretenden imitarlas. 

Los escritores no se han quedado sin ideas, sino que la industria ha caído en una zona de confort. ¿Para qué hacer películas innovadoras si pueden hacer secuelas que se consumen por igual? 

Hollywood no pretende cambiar y se debe a la familiaridad. El público no es tan abierto a nuevas ideas de nuevos directores y escritores, y las casas productoras prefieren realizar conteni – dos que ya se probaron en el mercado. Todo se ha vuelto un círculo vicioso del que parece difícil salir.

Si vamos a estar en esta situación durante mu – chos años más, sería bueno que las secuelas empiezan a tratarse menos como su nombre lo dice y más como películas originales. Por supuesto deben continuar con la historia de distintos personajes, pero que también sobresalen por sí solas y sean algo único. Ejemplos: Blade Runner 2049 o Mad Max: Furia en el Camino.

Para películas 100% originales, la forma de atrapar la taquilla es jugando con las expectativas del público en las estrategias promocionales, dándoles solamente un toque de familiaridad. Si tu película es de ciencia ficción con humanoides cibernéticos, podrías venderla como “La Noche de los Muertos Vivientes en el Futuro”. De esta manera, hay espacio para proponer ideas frescas y al mismo tiempo interesar a tu público. Ejemplo bobo, pero creo que entenderán mi punto.

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