Amamos hablar de Einstein, aún sin saber lo que decimos

Por: Ian Kevin Ancira 

Facebook: kin.garciaancira

No todas las frases que se atribuyen a Albert Einstein son ciertas, pero hay varias que son francamente geniales.

Se cuenta, por ejemplo, que Marilyn Monroe, por hacerle conversación, le propuso que tuvieran un hijo, pues si salía con la belleza de ella y la inteligencia de él, sería un ser humano excepcional. 

Einstein habría respondido “¿y qué tal que el experimento sale mal y el niño hereda su inteligencia y mi belleza?” Lo cierto es que esta conversación ocurrió muchos años antes y fue entre el escritor George Bernard Shaw y la bailarina Isadora Duncan.

Como sea, Einstein era frecuentemente consultado sobre temas de actualidad en su momento, como lo fue el uso de la bomba atómica en la Segunda Guerra Mundial. 

Por esto le preguntaron qué armas se utilizarían en la Tercera a lo que respondió que no sabía, pero que seguramente la Cuarta sería con palos y piedras. Así manifestaba su preocupación de que un conflicto de esta naturaleza acabaría con la civilización.

Einstein tuvo que refugiarse en Estados Unidos porque su origen judío lo ponía en grave riesgo en Alemania durante el dominio nazi. Al respecto, escribió: “tristes tiempos estos, en que es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”.

Por esta misma razón, reflexionó que sólo conocía dos cosas infinitas: el universo y la estupidez, aunque de lo primero no estaba tan seguro. 

En esta misma lógica de pensamientos, Einstein manifestó que el peor peligro para el mundo no eran las personas malas, sino las buenas que no hacían nada para detenerlos.

Para decirlo de otra manera: “la vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa”. 

Einstein dijo que los problemas no se van a resolver si haces lo mismo una y otra vez. Para encontrar soluciones distintas, también hay que encontrar métodos diferentes.

“Hay una fuerza más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la fuerza de voluntad”, aseguran que expresó.

Sobre el conocimiento dijo que la mente es como un paracaídas “sólo funciona si se abre” y propuso que la curiosidad sería indispensable porque “sólo están libres de errores los que nunca intentan nada nuevo”.

Finalmente, sobre la forma de vivir dijo que resolver los problemas está bien, pero lo mejor es prevenir para que no se presenten.

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