¿Por qué los refranes?
Por: Roberto
Bienvenidos a una semana más de La teoría de los refranes.
Antes de empezar a darle con todo al análisis de los refranes, quiero explicarles por qué basé mis enseñanzas milenarias en en este tipo de conocimiento.
Muchos de ustedes pensarán: “¡Exacto! ¿Por qué este ser inmortal está utilizando los refranes para enseñar? ¿Qué no se debe ir a la escuela para aprender? La Biblia y otros escritos religiosos, como el Corán o la Torá, así como el internet son fuentes de sabiduría y conocimiento, ¿por qué no usar eso? ¿Lo que está diciendo este viejo es que vamos a aprender de chistes y albures en un futuro?”
Tranquilos, amigos, sé que puede parecer ridícula la sugerencia de aprender por medio de los refranes, pero tengan paciencia, por favor, que apenas se viene lo bueno. Se los prometo.
Como vimos la semana pasada, el origen de algunos refranes es prácticamente desconocido, aunque les puedo asegurar que los refranes son más viejos de lo que pensamos.
Con decirles que mi abuelo usaba los refranes que le había enseñado su abuelo para describir ciertas situaciones y que seguramente, el abuelo de mi abuelo, o sea mi bisabuelo, se los enseñó. Y hablar del abuelo de mi abuelo es hablar de la prehistoria.
Si pudiéramos viajar en el tiempo, les podría garantizar que llegaríamos a encontrar al autor del refrán “ojos que no ven, corazón que no siente” sentado en su casa de piedra en las afueras de la extinta ciudad de Alejandría. Lo interesante es que si ese refrán sobrevivió por tanto tiempo, quiere decir que hay algo especial en él. Lo importante es poder utilizar ese conocimiento y aplicarlo a nuestra vida.
Este último pensamiento nos lleva a una clara conclusión: los refranes también son mundiales. En inglés se les llama sayings; en francés, refrain; en italiano, ritornello y en alemán es sagen.
Por último, los refranes son una fuente de conocimiento empírico muy valiosa que desafortunadamente se ha dejado de aprovechar, debido a la aparición de la escritura y posteriormente la creación de la imprenta. El conocimiento que viaja de boca en boca y se almacena en la memoria de las generaciones, es el conocimiento más puro y no deberíamos desaprovecharlo.
Podemos concluir que los refranes son sabiduría milenaria, universal y cargada de conocimiento. Esto vuelve a los refranes un cofre de sabiduría muy atractivo y poderoso que puede pasar de generación en generación.
Continuaremos…