¡Cucurrucucúúú… Paaaaloma!
Por: Cristina Díaz
Twitter: @krispycriss
Saca el Pedro Infante o la Paquita la del Barrio, o cualquier cantante que haya dentro de ti y lánzate a la Alameda Central a echarte un palomazo.
¡Así como lo lees! El Gobierno de CDMX ha destinado el kiosco que se encuentra en este lugar de la ciudad para que todos los viernes se convierta en un karaoke y vayas a pasar un rato agradable con tus amigos o familia. O hasta solo, ¿por qué no?
Pero eso no es todo, ya que los sábados hay danzón para que muestres tus mejores pasos, y si no sabes bailar, puedes aprender un poco de aquellos que sí.
¿Cómo funciona? ¿Qué ciencia puede tener un karaoke?, te preguntarás. ¡Pues la tiene! Para empezar, tienes que formarte en una fila cerca al kiosco. Ahí, te pedirán tu nombre y la canción que interpretarás.
Una vez que pasan todos, inicia la competencia llamada “aplausómetro”, la cual ya ha tenido sus frutos, pues de acuerdo con El Universal, hay dos hombres que conquistaron el kiosco de CDMX.
Uno es Daniel, un estudiante de la Escuela de Rock que conquistó a los asistentes con El Triste, de José José, y un señor con canas llamado Carlos, quien puso a bailar a los presentes con una canción de Barry White.
La Secretaría de Cultura capitalina migró el karaoke del zócalo a la Alameda Central. Así que ya sabes, a afinar la garganta para sacar a tu artista interno.