Vámonos a Huasca de Ocampo
Por: Donma Leta
En 2001, Huasca fue galardonado como el primer Pueblo Mágico de México. Es suficiente dar un pequeño recorrido para apreciar la belleza natural y artificial que ofrece este mágico pueblo. Huasca, además de ser hermoso, es perfecto para pasar un fin de semana romántico con esa persona especial.
Llegar a Huasca es, por sí solo, una experiencia increíble, pues la carretera que llega ahí está rodeada de montes, peñascos y muchos árboles frondosos y hermosos que nos hacen olvidar, por un momento, que estamos en México, pues dependiendo de la época del año en que se visite, Huasca tiene un aire europeo (especialmente en invierno cuando hay un poco de nieve).
¿Qué hacer en Huasca para pasarla bien? Este complejo turístico ofrece un montón de lugares para pasar el día (y la noche). Uno de los lugares imperdibles son los Prismas Basálticos, una caída de agua sobre piedra única en México. Este parque también cuenta con puentes colgantes y tirolesa para disfrutar de los prismas desde todos los ángulos posibles.
Si tienes espíritu aventurero, puedes visitar la Presa San Antonio, ideal para practicar actividades acuáticas como kayak o remo. Por debajo del agua hay una hacienda que se hundió en 1915. Hacer un picnic a orillas de la presa también suena a una actividad linda para realizar un sábado por la tarde.
Las mejores fotos con el mejor paisaje, se vea por donde se vea, pueden tomarse en la Barranca de Aguacatitla y Peña del Aire ideales para caminatas tranquilas que te permitirán admirar el paisaje que se vuelve más hermoso a cada paso que das.
Huasca está envuelto en un ambiente de misterio producto de sus múltiples mitos y leyendas, y hasta su Museo del Duende tienen. El museo está ubicado en medio del bosque, lo que le da un aire de misterio propio del tema al que está dedicado. Presta mucha atención a tu alrededor, quizá encuentres un duende.
¿Y si te da hambre qué se hace? En el centro de Huasca hay un pequeño tianguis que ofrece diferentes tipos de comida típica de la zona. Pero, si buscas algo diferente y especial, visita San Miguel Regla para que pesques tu propia comida. Sí, no nos hemos vuelto locos, puedes pescar una trucha y entregarla en cualquier restaurante dentro del recinto para que la cocinen de tu forma favorita.
Antes de ir a dormir, puedes unirte a un tour por las leyendas del lugar. Estos tours terminan con una merienda a la luz de la fogata, café y bombones para convivir con las personas que formaron parte de tu grupo de expedición.
A considerar
¿Cómo llegar? No hay línea de autobús que te lleve hasta allá por lo que será necesario un auto (propio, rentado o prestado). Huasca está a una hora de Pachuca.
Costos (de los lugares mencionados):
Museo del Duende: $15 pesos.
Prismas Basálticos: $50 pesos por persona.
San Miguel Regla: $50 pesos por automóvil.
Tour de leyendas: entre $65 y $85 pesos.