¿Qué show con el deber ser?
Por: Centro de Psicoterapia Iknal
Había una vez un bebé hermoso que tenía poquitos días de nacido. Era libre, estaba satisfecho con su cuerpo, su cara, el tono de piel, ojos, pies y manos.
No deseaba ser como nadie más y todo lo que tenía era lo necesario para estar en paz, simplemente era feliz.
Mientras iba creciendo, la familia, la escuela, e incluso entre los amigos y las tías, de esas que todos tenemos, hacían comentarios sobre “debe comportarse de tal manera” o “debe vestirse así”. Incluso escuchó cosas sobre su futuro como “debería tener mucho dinero, carros y casas” o “debería estudiar equis cosa” y, por si fuera poco, “debería casarse con cierta pareja”.
Con el paso del tiempo, comenzó a cumplir cada uno de estos deberes. Poco a poco renunció a lo que más amaba: primero, a su cuerpo; después, a sus ideales, a sus gustos y sueños para finalmente renunciar a su vida.
También trabajaba en exceso, pues le dijeron que el dinero debía de costar trabajo. Durante muchos años, vivió así, pues le hicieron creer algo que no fue verdad y se notó que el “deber ser” no llena de felicidad ni satisface jamás a los demás.
Espero que esta historia esté muy lejos de tu realidad, pues el “deber ser” es una de las cargas más poderosas y frustrantes que existen para los humanos. La vida es demasiado corta como para renunciar a tu ser, a lo que quieres y deseas.
Existen creencias que no nos permiten avanzar, que nos lastiman y, lo peor, que se heredan. Frena un poquito, reflexiona y responde, ¿realmente haces lo quieres o haces lo que “debes”?