Piñatas, ¿una tradición de origen mexicano?
Por: Sabiondo Hediondo
¿Quién no se ha aventado al suelo sin importar su integridad física con tal de conseguir unos deliciosos dulces que provienen de la piñata que alguien acaba de romper?
El día de hoy, chabacanos, en este artículo les hablaremos un poco sobre las piñatas y su origen que, aunque usarlas en las fiestas o celebraciones sea una tradición mexicana, éstas provienen de otro país, incluso, de otro continente.
Todo buen mexicano en algún momento le ha pegado con algún palo a una piñata al ritmo del “dale, dale, dale, no pierdas el tino porque si lo pierdes…” Ustedes sigan cantándola en su cabeza. Para hablar de su origen, tenemos que remontarnos a la época de la conquista. Aunque hay diversas versiones sobre cómo llegó a nuestro país, hay una historia que se considera que es la más probable.
Marco Polo, en un viaje que realizó a China, conoció este objeto y lo incrustó en la gente de España. Posteriormente, los españoles la trajeron al “Nuevo Mundo”.
En un principio, la piñata era utilizada como un objeto religioso, pues la decoración brillante con la que las conocemos era usada para representar la vanidad del ser humano; el palo era la fuerza de la virtud que se utilizaba para destruir esta vanidad. La fe se representaba con el vendaje en los ojos; no olviden que la fe es ciega.
La forma original de la piñata era una estrella con siete picos, que representaban los siete pecados capitales.
Con los años, el uso de la piñata ha ido evolucionando, encontrándose algunas veces hasta piñatas de cartón hechas de personajes de películas famosas o de caricaturas.
Aunque es una tradición muy mexicana utilizarla en todo tipo de fiestas, su orígen no es tan mexicano como creíamos.