La perseverancia, ¿se nace con ella o se hace?

Por: Jesús Orellana

Twitter: @SemElChabacano

Para empezar, ¿qué es la perseverancia? El portal oficial del famoso diccionario de la Real Academia Española dice que la palabra proviene del latín “perseverantia” y significa: “mantenerse constante en la prosecución de lo comenzado, en una actitud o en una opinión”.

Por lo consiguiente, la perseverancia es una acción que puede transformarse en un hábito. Es considerada como una virtud escasa, ya que pocos son capaces de generar el hábito de perseverar en su día a día.

Ahora bien, ¿las personas nacen o se hacen perseverantes? La respuesta es que se hacen; la perseverancia se aprende al igual que cualquier habilidad intelectual o deportiva. Es un hábito que se obtiene a través de las diversas experiencias de la vida. 

Esta virtud se pone en práctica cuando estamos en el proceso de realizar una tarea y nos invaden las ganas de rendirnos para dejar las cosas a medias; ahí es cuando la perseverancia nos brinda la motivación suficiente para ser resistentes, eliminar excusas y dar nuestra mejor versión para llegar a la meta. 

Chabacanos, si aún no los convence la idea de ser perseverante, a continuación les dejamos algunas ventajas de este hábito.

Fomenta la paciencia

Primero, la paciencia es una habilidad fundamental para empezar y terminar cualquier tarea, sin importar que nos guste o no hacerla. Esta habilidad nos recuerda la importancia del resultado y el por qué vale la pena disfrutar, así como aprender de todo el trayecto que implica llegar a la meta. 

Desarrolla la inteligencia emocional

Segundo, la perseverancia nos enseña a controlar las emociones negativas, como el miedo, para poder transformarlas en combustible y salir adelante. Es un gran hábito que nos permite romper nuestras propias limitantes de manera efectiva.

Crea una voluntad de acero

Tercero, las personas que practican esta virtud forzosamente se vuelven inquebrantables; se enfocan en un objetivo y no les interesa el qué dirán las personas durante el proceso, ya que su mayor motivación es sorprenderse a sí mismos; no buscan la aprobación de la sociedad, que generalmente gira en torno a la superficialidad e hipocresía.

Da paso a la evolución

Cuarto, el ser perseverante implica evolucionar; nos obliga a aprender de los errores del pasado para no estancarnos, exige pasión y el máximo nivel de inteligencia intelectual. 

Nos obliga a ser entusiastas, a ser creativos para resolver problemas. Incrementa nuestra credibilidad personal, nos hace resilientes y nos enseña a crear motivación de manera espontánea para así dar el mejor esfuerzo en todas las tareas que hagamos.

Ayuda a concluir lo que se empieza

Finalmente, la perseverancia nos brinda la oportunidad de terminar toda acción que empecemos. La satisfacción de éxito que nos embarga al momento de cumplir un sueño o meta es una sensación que sólo se puede experimentar cuando uno es perseverante.

Chabacanos, ¿ya conocían alguna de las ventajas de la perseverancia?

Recuerden que pueden desarrollar este hábito en cualquier momento; para ello deben empezar con una tarea pequeña como tender la cama todas las mañanas o crear una rutina de ejercicio. De esa manera podrán fijarse y cumplir sueños o metas aún mayores.

Te invitamos a seguirnos en nuestra página de Facebook, búscanos como Semanario El Chabacano y en nuestra cuenta de Twitter, encuéntranos como @SemElChabacano.