¡Ya me cayó el veinte! ¿Sabes por qué usamos esta expresión?

Por: Iris C. Porras Martínez 

Instagram: @irisauxetoiles

Seguramente cuando has logrado comprender algo muy difícil te dices: “¡Ahhh, ya me cayó el veinte!” O tus amigos y familiares te han dicho: “¡Ojalá que te caiga el veinte!”. De hecho, esta expresión nació con el uso de los teléfonos públicos y otras máquinas que requerían una moneda de veinte, “el veinte” para funcionar.

Cuando las personas no lograban comunicarse por teléfono decían “no cayó el veinte”, pero cuando sí podían hablar por este medio expresaban “ya cayó el veinte”, o sea, ya cayó el centavo.

Después, la frasecilla se hizo popular y las personas la comenzaron a utilizar como una metáfora de ese momento en que nuestro cerebro comienza a funcionar, a comprender, a entender algo. Qué divertido, como si te cayera una moneda en la cabezota y te prendiera para darte claridad.

Investigando un poco más, descubrí que esta expresión, que surgió a partir de un hecho cotidiano, fue apropiada en diversas partes del mundo porque les pasaba lo mismo con los teléfonos.

En Inglaterra tienen la expresión: “the penny has dropped” (el penique ha caído); un argentino te puede decir “¡qué te caiga la ficha, ché!”; en Venezuela dicen “¡me cayó la locha!” Además, esta frase tiene su versión brasileña, alemana y, probablemente, existen otras naciones que la utilicen.

En todas sus versiones, la expresión siempre se utiliza para indicar que se ha comprendido algo, así que lo global existe y no necesariamente por internet, sino hasta un pequeño hecho de lo cotidiano que ha unido a varias personas en distintos puntos de la tierra.

Y a ti, ¿ya te cayó el veinte?

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