Resiliencia, ¿y eso cómo se come?

Resiliencia

Resiliencia

Por: El Carnalito 

Twitter: @ElCarnalit0

Cuando hay cambios que nos dejan tirados en la lona, ¿qué hacemos? ¿Cómo enfrentamos los eventos difíciles? ¿Qué hacer frente la muerte de un ser querido? ¿La pérdida del trabajo nos puede dar depresión? 

En todo momento estamos expuestos a circunstancias que pueden cambiar nuestra vida de un momento a otro, como tú en este momento, que estás leyendo El Chabacano en el vagón del Metro y se podría estrellar (claro, esperemos que jamás suceda). 

Hace no mucho en el funeral de mi abuela, mi mamá, frente a todas sus hermanas, llorando en un momento muy fuerte para la familia dijo algo que me marcó para toda la vida: “Dejar soltar también es amar”. 

A veces nos aferramos tanto al pasado, a nuestro confort, que cuando cambian nuestras circunstancias simplemente no podemos vivir sin él, sin esa zona en donde nos sentimos cómodos. 

La resiliencia es la capacidad de enfrentar adversidades y levantarse de nuevo. Todos necesitamos tiempo para salir adelante de los problemas. La resiliencia es un proceso natural donde para salir adelante tenemos que tocar fondo y aprender a levantarnos. 

Resiliencia significa “rebotar” la tristeza, la angustia y las emociones que nos pueden llevar a un pozo sin fondo emocional, que es parte de nuestra naturaleza. 

Sin embargo, y para que esto no suceda, hay algunas acciones que podemos realizar para salir adelante, como nunca culparnos, ser flexibles frente a las circunstancias, aprender del pasado, y lo más importante de todo, juntarse con gente que te impulse a ser mejor persona. 

Hoy en día, existen paí – ses resilientes como el caso de Japón, que después de la Segunda Guerra Mundial y su devastación, entendió que tenía una oportunidad de comenzar de nuevo y decidió reinventarse, aprendiendo del pasado. Hoy en día es una potencia mundial. 

Pero, ¿cómo puedo moverme de mi situación actual si estoy en crisis? 

Es normal que tengamos miedo de reconocer nuestras debilidades o culpar a la vida, a Dios o a lo que sea para ser víctimas. 

Debemos entender que hay enfermedades o acontecimientos que no podemos comprender por qué suceden, como un cáncer o un accidente, y aunque obviamente nadie lo desea, estas cosas pueden llegar a pasar. 

Ahora, lo que toca es aceptarlo y ver de qué forma salimos de ahí. 

Pero, ¿cómo salimos si tenemos miedo? Hay que RECONOCER en dónde estamos. 

RECONOCER es una palabra que me fascina, es un palíndromo, se lee igual al derecho que al revés, es una palabra que tiene un equilibrio. 

Cuando comenzamos a reconocer nuestros miedos o debilidades comen – zamos a ser más fuertes y no cuando los evadimos u ocultamos. 

La resiliencia puede ser una técnica que nos ayude en nuestro día a día con estos pasos: 

No al autosaboteo. A veces nosotros mismos somos los que nos despreciamos y sentimos que no nos merecemos una mejor realidad. Las causas pueden ser muchas, pero dejar de meternos el pie es lo primero. 

Ponernos metas. Una persona que tiene sueños, tiene un motivo para vivir. Se escucha muy trillado, pero luchar por tus sueños es lo único que le dará sentido a salir de la adversidad emocional. 

Si terminaste de leer la nota, ¡felicidades!, quiere decir que te hizo sentido y quizás tú no lo requieras pero un amigo sí, así que compartamos resiliencia y compartamos con quien lo necesite.

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