Viviendo con diabetes mellitus tipo 2

La diabetes mellitus tipo 2 es una enfermedad metabólica en la que el cuerpo no produce suficiente insulina, hormona necesaria para que el cuerpo pueda procesar la glucosa como energía.

La glucosa es el combustible básico para todas las células del cuerpo (la obtenemos a través de alimentos con alto contenido de almidones y azúcares). Pero, cuando hace falta insulina, la glucosa se acumula en la sangre y, a largo plazo, puede causar daño en los ojos, riñones, nervios y corazón.

Afortunadamente, la diabetes mellitus tipo 2 puede controlarse con cambios en el estilo de vida y medicamentos orales. Se debe llevar un tratamiento nutritivo que promueva el desarrollo de buenos patrones de alimentación, pérdida de peso y aumento de actividad física.

Cuáles son algunos consejos para el desarrollo de buenos patrones de alimentación?

Reducir el consumo de dulces, postres, refrescos y azúcar de mesa. Evitar alimentos con alto contenido de harinas refinadas como pan blanco, galletas, tortillas de harina y cereales para el desayuno. Preferir opciones integrales y tortilla de maíz.

Consumir lácteos descremados, bajos en grasa y sin azúcar.

Evitar jugos, aunque sean naturales. Se recomienda comer la fruta entera y evitar frutas muy dulces como el plátano, la sandía, la piña, el mango y la pera.

incluir verduras en tus comidas principales; agregar nopales a todas tus comidas, además de otras verduras. La papa y el elote no son verduras.

Comer carne, pollo y pescado sin piel y preferir preparaciones asadas, hervidas, a la parrilla o a la plancha. Evita empanizados, fritos y capeados.

Evitar la manteca y mantequilla para cocinar, es mejor utilizar aceite de canola y agrega aguacate o aceite de oliva a tus comidas. Es pertinente señalar que el aceite de oliva no debe exponerse a altas temperaturas.

¿Y de actividad física?

La actividad física tiene un rol específico en la prevención de los daños que puede causar la diabetes, además, tiene beneficios a la salud como un aumento de entrenamiento del corazón, fuerza muscular y sensibilidad a la insulina.

Los niños y adolescentes deben hacer 60 minutos al día de ejercicio aeróbico “moderado a intenso”, y ejercicio “de impacto y fuerza” por lo menos 3 veces a la semana.

Los adultos deben hacer 150 minutos o más de ejercicio aeróbico “moderado” o “intenso” más ejercicio “de impacto y fuerza” por lo menos 3 veces a la semana, con no más de 2 días consecutivos de descanso.

¿Algún otro consejo?

Sí. Reducir el tiempo en estado sedentario. Moverse cada 30 minutos y dejar de fumar ayuda a evitar el riesgo cardiovascular.

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