“Meterse en camisa de once varas”: Conoce su origen
Meterse en camisa de once varas
Por: Mr. Preguntón
Twitter: @SemElChabacano
El idioma español es inmenso: el diccionario de la Real Academia Española alberga más de 90,000 palabras; sin embargo, el diccionario no contiene frases, dichos o expresiones usadas coloquialmente.
Es por esta problemática que en el Chabacano nos hemos dado a la tarea de investigar el origen y significado de las expresiones coloquiales más usadas en México.
En esta ocasión consentiremos a todos nuestros chabacanos curiosos, explicándoles el inicio de la frase “Meterse en camisa de once varas”.
“Meterse en camisa de once varas”: Conoce su origen
El origen de esta expresión se remonta a la Edad Media, específicamente cuando una pareja quería adoptar un niño.
Durante este proceso de adopción se realizaba un ritual que simbolizaba un parto: el padre adoptivo se metía en una enorme camisa confeccionada, conformada por 11 varas de 83 centímetros cada una.
Una vez que el padre adoptivo se pusiera la camisa de aproximadamente 9 metros, el niño era metido en la camisa a través de una de las mangas largas y su futuro papá era el encargado de sacarlo por otra manga, por el cuello o por el pecho de la camisa.
Para finalizar el ritual, después de que el niño fuera sacado de la camisa, el padre debía darle un beso en la frente, señal de que el hombre confirmaba su recién paternidad adquirida a través de esta simulación de parto.
Por lo consiguiente, de este ritual que nace esta popular expresión.
Pues tanto en la antigüedad como en la actualidad, adoptar un niño implica una gran responsabilidad que, con el tiempo, se puede volver una problemática para los padres adoptivos.
El significado de “Meterse en camisa de once varas”
En la Edad Media se empleaba esta frase para advertir a las personas interesadas en la adopción a “No meterse en camisa de once varas”, pues en muchas ocasiones las adopciones no salían bien o traían consigo muchos problemas.
El significado de esta frase evolucionó con el tiempo.
Hoy en día, esta expresión se utiliza para hacer referencia a cualquier individuo que está a punto de meterse en un problema que no le corresponde por mera voluntad propia.
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